Muchas conferencias delegan por completo la adquisición de su contenido a los call for papers, una invitación pública a que cualquiera envíe su propuesta para dar una ponencia.
Sin embargo, los call for papers no nacieron con ese propósito, sino con el objetivo de rellenar los huecos en la agenda que no habían podido ser cubiertos con las ponencias y actividades gestionadas por los organizadores.
A lo largo de estos años he visto conferencias -nacionales e internacionales, grandes y pequeñas- llenarse de múltiples tracks que ofrecían decenas de charlas en paralelo. Una apuesta decidida por la filosofía del «burro grande, ande o no ande«. En la Tarugoconf, no será así.
Yo he decidido que en la Tarugoconf sólo habrá un track y, además, con línea editorial. Todos los ponentes lo serán por invitación directa y, además, no para hablar de cualquier cosa sino del área de conocimiento donde creo que más valor pueden aportar a la audiencia.
También tendrán que ceñirse a un hilo argumental común –Si pudieras volver atrás dos años ¿Qué cambiarias?– que ayudará a enfocarse en lo que queremos ofrecer al público: experiencias REALES vividas en las barricadas de la lucha que es el día a día.
Así que, al contrario de la tendencia generalizada, 9 o 10 charlas -ni más ni menos- es lo que ofrecerá la Tarugoconf.
Supongo que eso hará que más de uno crea que el evento ofrece poco valor. Yo pienso justo lo contrario. Concentrarme en un sólo track, me permitirá:
- Tener lo mejor de lo mejor: estoy muy orgulloso del nivel de los ponentes de la Tarugoconf, pero aún más del de los que se han quedado fuera, por simple falta de tiempo.
- Supervisar el contenido: trabajar con todos los ponentes para que su charla sea PERFECTA. Tengo «algo» de experiencia haciendo presentaciones y hablando en público…
- Cuidar a mis ponentes: ningún ponente cobra por hablar en la Tarugoconf y, a la mayoría, les costará dinero. Lo mínimo que puedo hacer es cuidarles como si fueran rockstars. Ponerles a competir entre si, con varias charlas en paralelo, no parece la mejor forma de hacerlo.
- Proporcionar una experiencia común a todos los asistentes: si hay algo que me preocupe aún más que los ponentes, son los asistentes. En la Tarugoconf, todo el mundo asistirá a las mismas charlas y al mismo tiempo. Eso favorecerá las conversaciones… y me permitirá concentrarme en intentar que todo salga perfecto.
Ofrecer pocas charlas, muy seleccionadas, es algo arriesgado, pero… ¿Acaso montar algo como la Tarugoconf no lo es?